El terror es un género normalmente bastante regular. Está tan sobre explotado que da gusto encontrarse con joyas como Llega de Noche o las dos películas de los Warren. Un Lugar Tranquilo entra dentro de estas "joyas".
El terror es el género con el que soy más exigente o especialito. No porque me guste, más bien lo contrario. Hay tan pocas películas de terror que me gusten, que cuando aparece una que me gusta, lo hace mucho.
Un Lugar Tranquilo es absolutamente inquietante, de tranquila tiene poco. John Krasinski mantiene de manera sublime la atmósfera de toda la película, con pocos sustos pero numerosos momentos que te dejan pegado a la butaca. Trabaja excepcionalmente con su recurso principal: el silencio. Casi podría pasar por una película muda.
Emily Blunt tiene varias escenas dignas de elogio (sí, el momento bañera es uno de esos). Krasinski también está bastante correcto, pero me convence más detrás su más que notable trabajo detrás de las cámaras, toda una sorpresa.
Una propuesta inquietante y original, de la que destaco el trabajo de John Krasinski tras las cámaras y el de Emily Blunt delante de ellas. De lo mejor que vamos a ver este año.
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